- La localidad elaboró la tradicional olla y repartió más de 3.500 raciones.
La feria de la cereza de Caudiel ha estrenado este
fin de semana su título como fiesta de interés turístico provincial con gran
éxito. A pesar de las tormentas, a primera hora de la mañana, el sol dio una
tregua para que el certamen que pone en valor uno de los cultivos más
representativos del municipio, la cereza, pudiera celebrarse, reuniendo a miles
de personas durante el fin de semana.
Y es que ni la lluvia pudo aguar el ambiente que la
plaza del pueblo y las calles de alrededor respiran estos dos días en la
celebración de la feria de la cereza, en la que asociaciones, vecinos y
autoridades se implican para que todo salga a pedir de boca. El acto inaugural
que, tuvo lugar ayer por la mañana a cargo de las autoridades locales y la
banda de música, dio paso a una actividad frenética que continuará hoy en este
pequeño municipio del Alto Palancia famoso por la excelente calidad de sus
cerezas.
Con esta feria, Caudiel pretende promocionar, además
de la excelente calidad de sus cerezas, su rica gastronomía, su artesanía, el
folclore y el patrimonio bajo la realización de infinidad de actividades desarrolladas
por muchas de las asociaciones locales, que se implican en promocionar y
fomentar el turismo de la zona.
Así pues, raro es el visitante que no compra,
degusta o recibe como regalo cerezas en Caudiel este fin de semana. Y eso que,
como explicaban los cosecheros de la zona, «este año la temporada ha sido
regular. La helada de mayo tras haber florado bien hizo bastante daño a las
cerezas tempranas, aunque ahora la cosa ya ha ido un poco mejor». «Aún así
-comentaban- como sigan estas tormentas y el sol va a ser bastante negativo
para el fruto porque se van a abrir todas».
Al mercado popular en la plaza Nueva de artesanía y
marroquinería y los puestos gastronómicos donde comprar cerezas u otras
delicias, como miel o mermeladas artesanas, se suman las visitas guiadas
durante la mañana con guías especializados por el patrimonio local, las
actuaciones musicales con la rondalla de Caudiel y la programación infantil
para entretener a los más pequeños.
Asimismo, en el stand del ayuntamiento se vendieron
los tiquetes para adquirir las cazuelas de barro y degustar la tradicional olla
del pueblo de las que se elaboró unas 3.500 raciones.
Fue en 1998 cuando la localidad comenzó a realizar
este mercado, que se ha consolidado y convertido en toda una tradición que
atrae a miles de visitantes durante el fin de semana. Tanto es así que esta
feria es el festejo «más popular, participativo y representativo del
municipio».
Fuente:
Levante de Castellón. Ana Monleón