martes, 17 de junio de 2014

La Mancomunidad del Palancia, sin cursos y sin centro turístico por impagos pone al día sus cuentas

La paz económica ha llegado a la Mancomunidad del Alto Palancia, pero el camino no ha sido fácil. En estos últimos años se han tenido que tomar medidas drásticas en muchos asuntos, entre los que destacan el empleo, turismo o formación. Y, es que a esta entidad intermunicipal se le han unido dos aspectos negativos: la crisis económica propia y la de la Consellería porque la administración pública todavía les debe 240.000 euros aproximadamente.


La mancomunidad tuvo que hacer un fuerte recorte de personal, redujeron la plantilla un 30%, pagando las correspondientes indemnizaciones que era una cifra muy elevada, pero era necesario recortar, según puntualiza la presidenta, Teresa Gonzalvo quien matiza que “esta reducción de empleados no ha afectado en ningún momento al sector de servicios sociales, ecoparques o administración”. Además en 2011 los trabajadores estuvieron seis meses sin cobrar las nominas.

Otro de los puntos a los que la crisis ha “atacado” ha sido al turístico con el cierre del centro de dinamización turística en Azúebar.

Y el empleo y el turismo no han ido solo. Aun falta una pieza en este puzle de recortes y ajustes. Se tuvo que prescindir de una empresa que ofrecía cursos de mecánica y mantenimientos, porque la Generalitat ya nos lo subvencionaba y era mucho gasto al que no podían hacer frente. Aun así, este hueco espera poder llenarlo porque, tal como explica la presidenta de la Mancomunidad del Alto Palancia, esperan poder adherirse a los cursos de formación para desempleados que subvencionan y poder ayudar en este sentido a las personas paradas.

De cualquier forma, el colectivo intermunicipal vive ahora “un momento económico bueno. Si cierran es porque quieren porque a día de hoy funciona a la perfección”. Eso sí, gracias a todo este esfuerzo y con todas las cosas que les gustaría no haber reducido.

Por tanto, la Mancomunidad ha conseguido llegar a ponerse al día en sus cuentas, a la espera de acabar de cobrar la deuda, y a la espera de ver cuándo podrán ampliar sus servicios.