La mancomunidad tuvo que hacer un fuerte recorte de
personal, redujeron la plantilla un 30%, pagando las correspondientes
indemnizaciones que era una cifra muy elevada, pero era necesario recortar,
según puntualiza la presidenta, Teresa Gonzalvo quien matiza que “esta
reducción de empleados no ha afectado en ningún momento al sector de servicios
sociales, ecoparques o administración”. Además en 2011 los trabajadores
estuvieron seis meses sin cobrar las nominas.
Otro de los puntos a los que la crisis ha “atacado”
ha sido al turístico con el cierre del centro de dinamización turística en
Azúebar.
Y el empleo y el turismo no han ido solo. Aun falta
una pieza en este puzle de recortes y ajustes. Se tuvo que prescindir de una
empresa que ofrecía cursos de mecánica y mantenimientos, porque la Generalitat
ya nos lo subvencionaba y era mucho gasto al que no podían hacer frente. Aun
así, este hueco espera poder llenarlo porque, tal como explica la presidenta de
la Mancomunidad del Alto Palancia, esperan poder adherirse a los cursos de
formación para desempleados que subvencionan y poder ayudar en este sentido a
las personas paradas.
De cualquier forma, el colectivo intermunicipal vive
ahora “un momento económico bueno. Si cierran es porque quieren porque a día de
hoy funciona a la perfección”. Eso sí, gracias a todo este esfuerzo y con todas
las cosas que les gustaría no haber reducido.
Por tanto, la Mancomunidad ha conseguido llegar a
ponerse al día en sus cuentas, a la espera de acabar de cobrar la deuda, y a la
espera de ver cuándo podrán ampliar sus servicios.